La arquitectura innova sin cesar, pero pocas veces nos
regala espectáculos como éste, una demostración práctica de hasta dónde puede
llegar una solución ingeniosa para ganar espacio y aprovechar al máximo la luz
solar en una vivienda.
El pequeño gran milagro se consigue gracias a unas
habitaciones giratorias, que cuando se despliegan hacia el exterior pueden
ampliar el número de metros cuadrados y conseguir una estancia iluminada y
orientada a placer, al tiempo que hace llegar la luminosidad al resto de la
vivienda.
Sharifi House
La casa que puede hacer todo esto es la Sharifi House y está
ubicada en Teherán, donde los cambios estacionales traen grandes contrastes,
por lo que era importante que en verano la casa se abriera al exterior,
mientras que durante sus nevados inviernos pudiese cerrarse sobre sí misma,
como una flor.
De hecho, cuando llega el buen tiempo los módulos giratorios
permiten ganar espacio en su interior, lo inundan de luz y se abren amplias
terrazas a un lado, mientras en invierno el volumen se cierra, aislando mucho
mejor la casa.
Pensando en todo, el edificio tiene un tragaluz interior que
permite iluminar las distintas plantas y sus respectivas estancias cuando la
fachada está cerrada. Por lo demás, como es fácil imaginar con sólo echarle un
vistazo, la casa es de auténtico lujo, y precisamente por ello se ha podido
hacer realidad esta brillante idea.
Quizá en un futuro se acabe popularizando como forma de ahorrar
energía, aislar y ganar espacio. Con el cambio climático, el crecimiento de las
ciudades y la sobrepoblación como grandes problemas que nos amenazan a nivel
mundial, este tipo de soluciones podrían ser realmente útiles. Hacerlas
accesibles a bolsillos más modestos es el gran reto que habrá de alcanzarse.
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