Existen más afiladores de cuchillos no funcionales en el
mercado que cualquier otro producto. Sin embargo, hay varias formas de afilar
un cuchillo que sí funcionan. Este artículo señala los errores más comunes y
ofrece enlaces a recursos.
Usar una piedra de afilar o una piedra de diamante.
Elige un ángulo para afilar tu cuchillo. Si ya sabes el
ángulo en el que tu cuchillo se afila, probablemente quieras afilarlo en este
ángulo de nuevo. Afilar en ángulos diferentes tomará más tiempo y te llevará
varias pasadas antes de que los ángulos ásperos se suavicen .Si no sabes el
ángulo actual, consulta con el fabricante de tu cuchillo o pregunta en una
tienda con conocimientos de cuchillos para determinar cuál ángulo es el
apropiado para tu cuchillo.
Si debes tomar una decisión, escoge un ángulo de 10º-30º por
lado. Ángulos menos profundos hacen un borde más afilado que no duran
demasiado. Los ángulos más pronunciados son más durables, así que 17º-20º es un
buen compromiso entre ambos extremos.
Lubrica la piedra de afilar o la piedra de diamante con una
pequeña cantidad de aceite mineral. Busca aceite para afilar, un aceite mineral
ligero. El aceite para afilar lubrica la piedra para afilar, haciendo más fácil
que la hoja del cuchillo pase por la piedra, así como también evita que las
virutas de acero obstruyan los poros de
la piedra.
Confirma con las instrucciones del fabricante de tu piedra
acerca de la lubricación. Las piedras de afilar más comunes son piedras de
carburo de silicio y están diseñadas para utilizarse húmedas o secas, pero se
destruyen al ser aceitadas. Sin embargo, existen algunas piedras que son
diseñadas específicamente para aceitarse y generalmente estarán etiquetadas
como "piedras de aceite".
Utiliza una guía de ángulos para controlar el ángulo del
filo, si tienes disponible. Una guía de afilado es una pequeña herramienta que
es colocada debajo del cuchillo para mantener un ángulo constante al raspar el
cuchillo sobre la superficie de la piedra. De otra forma, tendrás que controlar
el ángulo a mano, lo que es difícil y requiere de una buena percepción de
ángulos.
Uno de los aspectos
más difíciles de afilar un cuchillo es encontrar el ángulo correcto. Para hacer
un poco más fácil este proceso, prueba pintar la punta de ambos lados de la
hoja con un marcador Sharpie. Luego, a través del afilado, inspecciona si el
marcador está siendo eliminado durante el proceso.
Empieza del lado de grano grueso de la piedra. Revisa la
grava en tu piedra o el paquete que viene con la piedra, para identificar cuál
es cual.
Para un borde simétrico, afila el cuchillo arrastrándolo a
través de la piedra en la dirección opuesta a como lo deberías mover para
cortar una fina capa de la piedra. Esto permite formar un lado áspero y prolongar
la vida la de piedra.
Sigue afilando en este ángulo hasta que el filo vaya a mitad
del acero. No necesita que sea preciso, sólo estimado. 'Para un filo de un solo
lado ("filo escandinavo", "filo de cincel", etc.), no des
vuelta el cuchillo cuando se te pida hacerlo en este artículo.
Da vuelta el cuchillo y afila el otro lado de la hoja hasta
crear el nuevo filo. La forma más fácil de determinar que has quitado
suficiente metal es afilar hasta que se levanta un borde áspero, algo que el
acero formará de manera natural cuando un bisel es pulverizado hasta
encontrarse con el otro.
Da vuelta la piedra y empieza a afilar un lado de la hoja,
esta vez utilizando el grano más fino. Tu objetivo aquí es suavizar y eliminar
los bordes ásperos creados al afilar el cuchillo con el grano más grueso. Ésto
transforma el borde de la hoja de un borde grueso a un borde más fino y
afilado.
Da vuelta el cuchillo y empieza a afilar un lado del
cuchillo sobre el lado de grano más fino de la piedra. De nuevo, asegúrate que
has pasado ambos lados del cuchillo por la grava fina.
Empieza a alternar golpes sobre el grano fino. Afila un lado
del cuchillo con un golpe, luego inmediatamente da vuelta el cuchillo y afila
el otro lado. Ésto se hace varias veces para mejores resultados.
USAR UNA TAZA DE CAFÉ PARA RESULTADOS
MÁS RAPIDOS.
Coloca una vieja taza
de café hacia abajo, para que el fondo de la taza quede expuesta al aire. En
caso de necesidad, una taza de café puede servir como un afilador
sorprendentemente efectivo si no tienes un equipo de lujo. El material cerámico
de una taza es un material suficientemente rugoso para obtener buenos resultados.
De hecho, algunas chairas incluso utilizan material cerámico para mantener una
hoja afilada entre afilados.
Manteniendo un ángulo de 20º, arrastra un lado de la hoja a
través de la grava de la taza de café varias veces.
Manteniendo un ángulo de 20º, repite el proceso usando el
otro lado del cuchillo.
Alterna los lados de la hoja para las últimas dos o tres
pasadas. Toma un lado de la hoja y pásalo a través de la taza de café, luego da
vuelta la hoja y golpea el lado opuesto. Repite este patrón varias veces.
Termina el proceso con 6-8 pasadas de la hoja a través de la
chaira. Suaviza cualquier bordes áspero o arruga en el metal con varias pasadas
sobre tu confiable chaira.
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