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Construcción en tierra cruda como cerramiento
El Concejo Deliberante aprobó por unanimidad autorizar en el ejido de San Martín de los Andes el método de construcción que utiliza tierra cruda como cerramiento. Construir con tierra cruda fomenta la autoconstrucción y la construcción colectiva, propiciando el hacer comunitario y generando esto que dichas construcciones resulten más económicas.
Este proyecto fue presentado por la Concejal de Libres del Sur, Emilia Otharán en Noviembre del 2011.
Este método ancestral de construcción y cerramiento ha sido y sigue siendo parte de la cultura de los pueblos que, desde hace miles de años, generación tras generación, y en todo el mundo, han desarrollado la técnica de edificar sus casas utilizando los elementos de la naturaleza.
La construcción en tierra cruda es uno de los componentes típicos y tradicionales del hombre en sociedad, y ha sido, durante cientos de años, la manera en la que nuestros antepasados resolvieron el problema habitacional de manera sustentable y en equilibrio con el entorno.
En la región se encuentran constructores, instructores, divulgadores y organizaciones que, con claridad conceptual e idoneidad comprobada, promueven los saberes y las técnicas de construcción natural enmarcadas en la filosofía de la llamada “Permacultura” (cultura de lo permanente).
En la región se han desarrollado numerosos talleres y experiencias comunitarias, generadas desde organizaciones intermedias de la comunidad, que han resultado en un importante aprendizaje con registros documentados en esta materia y que, además, han impulsado la conformación de grupos de personas para la construcción asociativa de viviendas.
La descripta forma de organización social comunitaria es popular, y promueve la construcción de ciudadanía a través de la participación e integración de las personas, facilitando soluciones colectivas, generando entonces un gran recurso como herramienta para la construcción de un municipio.
Actualmente rige en San Martín de los Andes la declaración de EMERGENCIA HABITACIONAL, y que son numerosos los estudios técnicos y los seguimientos efectuados que confirman las virtudes del cerramiento con tierra cruda en lo referente a: seguridad, salud, impacto ambiental, hermeticidad, inercia térmica, control de humedad, economía, etc., por lo que es propicio adoptar estas alternativas de edificación y generación de trabajo como una gran solución para ayudar a sortear las dificultades que hoy se plantean en nuestra comunidad.
Está en desarrollo en nuestra localidad el proyecto de BARRIO INTERCULTURAL en el lote nº27 en el cual muchos de los vecinos que son parte de este proyecto manifiestan su interés en construir sus viviendas utilizando este tipo de cerramiento, para lo cual vienen realizando capacitaciones con distintas organizaciones que divulgan esta técnica en la región.
Es responsabilidad del Estado instrumentar políticas con profundo sentido social, que faciliten a las familias el acceso a una vivienda y a un trabajo digno, como así también la posibilidad de que todos los ciudadanos, cualquiera sea su condición económica, puedan optar por esta alternativa.
Se toma a la tierra cruda sólo como cerramiento, donde la estructura maestra es la que soporta las solicitaciones que actúan sobre la construcción.
Existen muchos antecedentes sobre arquitectura y construcción con tierra, tanto en edificaciones como en investigación y legislación, que se han desarrollado en el mundo entero, en nuestro país y en nuestra región.
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Manifiesto por la revalorización de las técnicas milenarias de construcción con tierra cruda.
Las revistas EcologiK y Architectures à vivre se unen con CRATerre, de la Escuela Nacional Superior de Arquitectura de Grenoble y la cátedra UNESCO para lanzar una llamada de solidaridad con el fin de defender el derecho a construir con tierra cruda. El empleo de este material concilia en efecto la cultura con lo social, la ecología y la economía, pilares del desarrollo sostenible. Este manifiesto revindica el valor universal de las arquitecturas de tierra como patrimonio mundial y como respuesta contemporánea ineludible para un futuro eco-responsable.
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Foto vía tinyhousedesign.com |
Manifiesto por el derecho a construir con tierra cruda
Desde hace once milenios, la humanidad demuestra una sorprendente capacidad para construir con tierra cruda, desde las sencillas habitaciones hasta palacios y ciudades enteras. Hoy, en contextos y territorios muy variados, este material de construcción sigue siendo el más utilizado, ya que un tercio de la población mundial vive en un hábitat de tapial, de adobe, de bahareque, quincha o encestado, de tierra apilada, cob, o de bloques de tierra comprimidos.
Humildes o monumentales, estas arquitecturas están presentes en 190 países: demuestran una calidad de vida en lo cotidiano, y de innovaciones técnicas, que mezclan el saber hacer y la audacia, el arte y el virtuosismo. Mientras estas construcciones están siendo ahora revalorizadas o redescubiertas por los profesionales y el público en general, otros las rechazan, las destruyen, hasta las prohíben en el nombre de nuevas normas de construcción para el hábitat de hoy y de mañana. Sin embargo, existen numerosas realizaciones arquitectónicas contemporáneas en tierra, generalmente construidas de forma solidaria, que son ejemplares, innovadoras y hermosas. Aunque ellas responden completamente a lo que deseamos para nuestro tiempo y para las generaciones futuras, ellas son hoy frecuentemente descuidadas, desvalorizadas ó ignoradas.
Nosotros afirmamos que, frente a los objetivos cruciales ligados a la preservación del entorno natural, a la diversidad cultural y a la lucha contra la pobreza, el uso del material tierra es ineludible e irreemplazable. Revindicamos el derecho a construir con tierra porque cada ser humano tiene derecho a un hábitat adaptado a sus necesidades y a sus recursos. El hábitat y el urbanismo de mañana deben de contestar de manera duradera a esta aspiración.
Construir con tierra, es replantear a la vez globalmente y localmente el empleo de los recursos de nuestro planeta asociando tierra, agua y sol en un verdadero desafío técnico, cultural, social, económico y medioambiental.
Construir con tierra, es defender el derecho a poner en obra un material de construcción natural y ecológico, abundante, fácilmente disponible y accesible a la mayoría, con el fin de permitir a los más desfavorecidos construir su hábitat “con lo que tienen debajo de sus pies”.
Construir con tierra, es promover los recursos locales, a la vez humanos y naturales, mejorar las condiciones de vida, valorar la diversidad cultural y mantener los sistemas de ayuda mutua para la construcción y el mantenimiento del entorno construido.
Construir con tierra, es emplear un “hormigón natural” que ofrece una verdadera alternativa ecológica y económica frente a los materiales y a los procesos de producción nocivos para el entorno.
Construir con tierra, es revalorizar, adaptar y transformar más de 11 000 años de conocimientos y de saber hacer, y asociar un material secular a una arquitectura innovadora.
Construir con tierra, es reconocer el valor cultural del hábitat vernáculo, oponerse a las destrucciones, incitar a la rehabilitación y la puesta en seguridad de un edificio, respetando el material y la expresión arquitectónica.
Construir con tierra, es seguir el desarrollo del arte de construir y su puesta en forma compleja en un conjunto, uniendo arquitectura, estética y decoración.
Construir con tierra, es desarrollar la innovación para optimizar el material, simplificar su puesta en obra y producir nuevas arquitecturas.
El objetivo de este manifiesto a favor de la construcción con tierra es de:
- Hacer saltar los frenos e impedimentos debidos a una reglamentación y a unas normas constructivas totalmente inadaptadas al material y a sus usos;
- favorecer la formación de profesionales para la construcción contemporánea y tradicional, la restauración y la conservación del patrimonio en tierra cruda;
- profundizar la investigación científica sobre la materia, el material, las técnicas de producción, la conservación del patrimonio y la arquitectura contemporánea, con el fin de mejorar la calidad del alojamiento;
- enseñar la arquitectura de tierra como una disciplina propia, en particular en las escuelas de arquitectura, de ingeniería y las formación en ciencias humanas.
Al lanzar “Habitar la tierra: manifiesto para el derecho de construir con tierra cruda”, hacemos la apuesta por la innovación con el fin de aceptar el reto y desafío de una arquitectura eco-responsable en los países tanto del Sur como del Norte.